A versão em Português da carta aberta pode ser lida aqui (the Portuguese version of the open letter can be read here).
OPEN LETTER IN SUPPORT OF PROFESSOR ANNE-MARIE BRADY
The Scholars for Liberty Association (Associação Docentes pela Liberdade) brings together hundreds of conservative faculty and researchers from different areas of knowledge and from all parts of Brazil, around the mission of promoting freedom of speech and independence of scientific production in all its forms, particularly within the academic sector in Brazilian Universities.
Thus, it was with extreme concern that we received the news that Dr. Anne-Marie Brady, distinguished Professor at the University of Canterbury in New Zealand, has become the target of a harassment campaign, having received several threats due to the report of facts described in her article “Holding a Pen in One Hand, Gripping a Gun in the Other”, which was submitted to the New Zealand Parliament’s Justice Select Committee a few months ago. In her article, Dr. Brady describes in detail how the Chinese Communist Party (PCCh) uses New Zealand´s own civilian channels, such as universities and high-tech companies, to obtain technology and to access scientific knowledge intended for military purposes, which is a violation of domestic laws and of some international agreements signed by New Zealand.
For us, it seems rather surprising that an academic reference such as the University of Canterbury conducts an internal investigation and a formal academic review of Dr. Brady’s scientific work based on allegations that it contains “manifest errors of fact and misleading inferences”, as a consequence of political pressure from individuals and affluent groups dissatisfied with her work.
We, as members of Scholars for Liberty Association, believe that this unfortunate episode does not align with the most basic principles of freedom of speech, independence of scientific production, individual responsibility, and the search for truth in the academic environment which are still valid even if it involves sensitive issues or controversial topics. It is important to emphasize that no academic work is immune from criticism, but it must be held by the peer review system and based on a consistent theoretical foundation, neither, in this particular case, seem to be the case.
As Benjamin Israeli (1804 – 1881) rightly said, “the university should be a place of light, of liberty, and learning”. Nevertheless, the present case is a clear example that freedom of speech and independence of scientific production, as well as common sense and scientific reasoning, is under serious threat, in such a way that urgent measures are needed so that those principles reign sovereignly in global academia. After all, they are the pillars not only of universities and the resulting scientific progress, but also of any democratic society.
Scholars for Liberty Association
Spanish version:
Brasília, Brasil, 28 de octubre, 2020.
CARTA DE APOYO A LA PROFESORA ANNE MARY-BRADY
La Associación Académicos por la Libertad (Docentes pela Liberdade, DPL) reúne a algunos cientos de académicos conservadores de diferentes áreas del conocimiento y de todas las regiones de Brasil, con la especial misión de promover la libertad en todas sus expresiones, entre las cuales se destaca la libertad de expresión en las universidades.
Así es que, con extrema preocupación, hemos recibido la noticia de que la Dra. Anne Mary-Brady, profesora distinguida de la Universidad de Cantebury, Nueva Zelanda, ha sido sujeta a una campaña de acoso, habiendo recibido varias amenazas debido al reporte descrito en el artículo “Sosteniendo un bolígrafo en una mano, empuñando un arma en la otra” (Holding a Pen in One Hand, Gripping a Gun in the Other), presentado al Comité de Justicia del Parlamento de Nueva Zelanda en la primera mitad de este año. En ese texto, la Dr. Brady analiza cómo el Partido Comunista de China utiliza los canales civiles de Nueva Zelanda, tales como universidades y empresas de alta tecnología, para obtener tecnología y acceso al conocimiento científico destinado a fines militares, lo que podría configurar violación de leyes internas y compromisos internacionales de Nueva Zelanda.
También nos parece sorprendente y inusitado que la Universidad de Canterbury promueva – a partir de la presión de individuos y sectores insatisfechos con el trabajo de la Dra Brady – una investigación interna y revisión académica de su trabajo por supuestamente contener “errores manifiestos de hecho e inferencias engañosas”.
Los que formamos parte de la Asociación de Académicos por la Libertad creemos que este episodio no se ajusta con la libertad de expresión, la responsabilidad individual y la búsqueda de la verdad en el ambiente académico, aunque se trate de tema delicado o incluso controvertido. Es importante señalar que ningún trabajo académico es inmune a la crítica, pero esa misma crítica debe ocurrir a través de la revisión por pares y estar acompañada de una consistente base teórica, lo que no parece ser el presente caso.
Como acertadamente planteó Benjamin Disraeli (1804-1881), “la universidad debe ser un lugar de luz, libertad y aprendizaje”. Sin embargo, el presente episodio demuestra que la libertad de expresión, así como el sentido común y la razón, se encuentran gravemente amenazados, de tal manera que se instan medidas para que reinen soberanamente en la academia. Al fin y al cabo, la libertad de expresión es uno de los pilares de nuestras universidades y del avance científico, pero también de cualquier sociedad que se conciba como democrática.
Dirección Nacional – DPL